Esperando una llamada

Hoy me siento del nabo, aunque siempre me cuestiono si el nabo tiene sentimientos, pero en fin me siento fatal, la migraña del día de ayer me ha dejado la secuela del cansancio en mi pequeño puequecito, me duele hasta escribir en el teclado, todo comenzó tan sutilmente como una pequeña jaqueca, después llego un punto en que cerré las persianas y me encerré en la oficina y trate de cerrar los ojos por espacio de 20 minutos, no soportaba las luces y ver el monitor de la computadora fue un martirio, después de comer disminuyó un poco, pero al salir y manejar entre lagrimas, no piensen que lloraba de dolor, simplemente las lagrimas no las puedo contener, no se si presionan mi nervio óptico o que sabe que madre, pero empiezo a lagrimear hasta mas no poder, por fin llegue a casa y la casa así se quedo con los trastos sucios, sin limpiar, con la ropa en la cama que había que doblar y acomodar, con mil cosas que deseaba hacer, pero no tuve el animo de hacerlo, pude dormir a eso de las 10pm y hoy por la mañana me ha quedado solo la secuela, es un temor de que vuelva a parecer, un sueño y cansancio, hoy tengo cierre de un sistema y no puedo ausentarme y me cuestiono que fue lo que me ha disparado la migraña, volteo al lado y pienso, sin embargo no quiero pensar, no quiero saber nada, la abuela en el hospital esta, no se si la pueda ver, si la alcance a ver o si la quiera ver, simplemente estoy esperando una triste llamada que no quisiera que sucediera, sin embargo el ciclo de la vida debe continuar y en algún momento el teléfono indiscutiblemente timbrará.