Era un día cualquiera, como tantos días, frío, gris, la lluvia no cesaba, si tan solo hubiera sido una gran tormenta para esta hora ya hubiera terminado, sin embargo solo era esa pequeña brisa que conjugada con el frío hace que se te congelen hasta los huesos, con manos temblorosas tomó una taza, en la vieja estufa el agua hervía, lanzo un suspiro largo, era tan difícil prepararse un café, tan difícil como levantarse cada día, como respirar o abrir los ojos, ya todo adolecía, sus manos atrofiadas le limitaban hasta las tareas mas pequeñas, volvió a mirar tras la ventana, esperando, esperando, llevaba tantos años de espera que había olvidado exactamente que esperaba, cuando se dio la vuelta la vio, por fin había llegado, le ofreció la mejor de sus sonrisas, le fue tan difícil, se dio cuenta que hacia tanto tiempo que no sonreía?, sus flácidos músculos habían olvidado como sonreír, sacó de un pequeño mueble una taza de porcelana, era la porcelana fina que había heredado de su abuela, haciéndola tintinear contra el pequeño plato la puso sobre la mesa y sirvió café, tomo unas galletas rancias que tenia en la alacena, no había mas en ese pequeño cuarto, sin embargo ella solo le tendió la mano, el la sujeto, con tanta fuerza como le era posible, por fin la espera había terminado.
Cuando la esperanza se ha ido, que es lo único que puedes esperar.
Querida Comadre:
ResponderEliminarPrimeraSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSs.
Esa esperanza es lo que no debemos perder, yo AUN te prometo tengo esperanza en mi vidaa.
Besos.
Mariposa Errante.
jajjajajajajajaj aaaaaaaahhhhhhhhh se te enfrian los huesos...jajajajajaj disculpame que me ria es que habia leido mal....jajjajja
ResponderEliminarpero si la esperanza es lo ultimo que muere!!!
como te ha ido de frio comadre....y de choques ....aguas cuidate!!!
un abrazo!!!