Bailar con la catrina

Desde hace pocos días decidí cambiar mi rutina de la mañana, decidí por bienestar propio, cambiar de avenidas y transitar por lugares no tan conocidos, solo he necesitado unas cuantas capsulas de paciencia, acostumbrarme a transitar por avenidas congestionadas de autos pero que con cierta fluidez que permiten llegar a mi destino con 20 minutos de ahorro en mi traslado diario, en esos momentos en que el semáforo esta en rojo me permite observar a mi alrededor, ver el conductor que va tomando su taza de café, la conductora que hace peripecias para pintarse mientras su auto se detiene unos minutos; celebré en la mañana aquel osado peatón que logro cruzar la avenida y tomar el camión antes del siguiente cambio de luz, vi a aquellos que arriesgan su vida día a día al pasar entre avenidas de 4 carriles y tal vez, solo tal vez olviden su fragilidad y crean que son de goma.

Hoy es día en que la catrina se ve en todas partes en esta ciudad, desde muy temprano empezó a reclamar vidas, hoy es el día que recordamos a nuestros pequeños ángeles difuntos que fueron reclamados a una edad tan tierna, mañana recordaremos a los adultos que se adelantaron en el camino, es día de caminar entre las tumbas, es día de llevar flores, de limpiar la lapida, de realizar una oración, de llevar cacahuates y gomitas de naranja a mi padre, un cochecito a mi hermano, unos aretes a la abuela, una sonaja al mas pequeños de mis hermanos, hoy es día de celebrar la vida y seguir recordando que algún día bailaremos con la catrina.