Son amigos que les estima por miles de detalles, no son como los novios o las parejas, no porque con ellos no tienes que andar quedando bien o mostrarles la mejor cara, ellos te conocen hasta el mal genio y aún así te aceptan.
Quería volver a tener un amigo asi, que el tiempo y la distancia no importará, que pudiéramos reir a carcajadas, que nos despidieramos sabiendo que siempre contariamos el uno para el otro, creo que dentro de este escenario sale a relucir esa pérdida de mi hermano que nunca supere.
No fue posible y perdi un amigo, no pude tolerar que me mintiera y no tuviera la confianza de contarme algo, tal vez estoy siendo intolerante y deberia dar una segunda oportunidad, los amigos verdaderos soportan mas cosas que esa, lo extraño, extraño reirme con el, extraño contarle cosas sin importancia y decirle mis pensamientos. Lo peor es que el ni me ha de extrañar, tendrá mas amigos y un dia ni recordará a su amiga la loca, porque ni ha hecho el intento de arreglar nuestra amistad y entonces me tiro al piso, por supuesto que tengo muchos amigos, pero no uno como el.
Y estoy en recuperación de una pérdida, aquí recordé los pasos de superar una pérdida
Ya estoy en la 4a etapa, espero llegar a la aceptación y dejarlo ir.
La vida es bella.
Fases del duelo
La psicóloga Mina Shterenberg, de la Clínica de Asistencia a Pacientes de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM), nos comentó en entrevista que el ser humano pasa una serie de fases tras sufrir una pérdida. Estas son:
Negación: "Es la primera fase del proceso, resulta cuando la persona no puede creer lo que está pasando, piensa que es broma o una pesadilla", explicó la especialista. Muchas personas no quieren ver que la pérdida existe y buscan consuelo imaginándose que su familiar está de vacaciones, en el trabajo, la escuela, pero que regresará.
Enojo: "La persona que perdió al ser amado está furiosa con todo lo que tenga relación con la pérdida: Dios, los doctores, la enfermedad, el accidente, etc. Se pregunta: ¿por qué me pasó a mí? ¿qué hice para merecer esto?", explicó Shterenberg.
Negociación: "Comienza a entender por qué sucedieron las cosas y trata de negociar con su entorno una solución", comentó la experta. En este punto, si cree en un poder superior, es frecuente que pida sanar su alma a cambio de buena voluntad. Intenta negociar con Dios el regreso de la persona amada.
Tristeza: "Se da cuenta de que la pérdida es irremediable, que nunca volverá a ver a su ser querido, en ese momento viene la parte del vacío. Comienza un estado de depresión al notar la falta de la persona en su vida". Esta fase puede ser la más larga y profunda, es una soledad que parece interminable.
Aceptación: "Con el paso del tiempo poco a poco la depresión va cediendo. No desaparece la tristeza, siempre recordará con nostalgia a esa persona, pero comienza un proceso de asimilación. Lentamente se organiza de nuevo la vida sin el ser querido y se comienza a convivir con la pérdida", comentó Shterenberg.
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