Cuando no pude salir a cazar vampiros

Era un día como cualquier otro para la preciosa Ángel, mientras se preparaba para salir a cazar vampiros, verificaba que todo estuviera en orden, el agua bendita, las estacas de madera, revisó su pistola, tenia que tener también algunas balas de plata, el día anterior habían encontrado algunas reses muertas y todo indicaba que un hombre lobo andaba suelto, no tenia tiempo ni para tomar un café o un poco de whisky, sin haber probado bocado y ha sabiendas que sería un largo día, empezó a buscar un Tupper para guardar algunos alimentos para la larga travesía, busco en la alacena, buscó en la hielera, busco en los rincones mas oscuros de esa gran mansión, sin embargo no logró encontrar nada, al parecer había monstruos mas grandes que eliminar, si esos monstruos con garras enormes y sin ningún tipo de perjuicio, que no tenían emociones, ni conciencia, esos monstruos se habían llevado todos los tuppers y no se habían dado cuenta de la gran consecuencia de sus actos, ese día Ángel no pudo salir a matar vampiros.

Al día siguiente en el periódico sale un anuncio:

Se busca al gran Sherlock Holmes para resolver importantísimo caso de tuppers extraviados.

Mientras tanto en la gran mansión en el sofá se encuentra Ángel, sentada leyendo el periódico y esperando una llamada, tal vez alguno de esos monstruos puedan llamarle, tal vez como esta la situación el día de hoy, los tuppers hayan sido tomados de rehén y estén esperando que Ángel pague el rescate.