De esas veces que el día comienza muy simple, se acerca un compañero mas delgado que un fideo y comenta que su camisa no tiene el primer botón, cuando lo veo le digo: ni ojal, así que como buena ama de casa que soy, le digo si gustas le hago una puntada con hilo y aguja ya que a la mano no tenia un safety pin (imperdible).
El día normal hasta después de horario de comida cuando llega el compañero mas delgado que un fideo todo colorado y me comenta que le envía una foto a su esposa comentándole sobre la falta de botón en la camisa, cuando simple y llanamente le contesta su esposa... esa es una blusa mía!!!!
Después de esa información, tuve un ataque de risa, salí a mi caminata diurna y seguía riendo, iba manejando y continuaba riendo, fui por mi hijo y en el camino la risa aun seguía incontrolable, llegue a casa cenamos y seguía riendo, me he dormido despertado, volvía a recordar y seguía riendo.
Estoy escribiendo esto y aun sigo riendo, ja ja, esas pequeñas cosas que me provocan tanta hilaridad y hacen de mi día mas feliz.
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