Y ayer recibí un mensaje de alguien que piensa en mi, que si le dijera vamos a vernos, inmediatamente me diría que si, sin embargo le sigo tratando como amigo, en algun momento de ofuscación fue mas que un amigo por unas horas, no fue mi intención, sólo fue un desahogo y después uno se pregunta porque el karma se ensaña conmigo.
Y me recuerda que pronto sera su cumpleaños y se que es lo que pediría de regalo, unas horas de mi tiempo, pero no me parece justo, no es correcto, porque hasta que no supere este infantil enamoramiento no puedo avanzar.
A veces quisiera no tener ese sentido de moralidad que tengo, a estas alturas para que sirve, a veces quisiera hacer de mi vida un rehilete, pero me quiero mucho como para saber que saldré lastimada de tomar decisiones impulsivas.
Las batallas mas difíciles son siempre conmigo misma, las decisiones que tengo que tomar, contra las decisiones que quiero tomar.
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