Ayer fue día de cambio de clima extremo, cuando eso sucede mi espalda comienza a quejarse, aggh está uno tan acostumbrado al dolor, pero cuando sube de nivel lo único que deseas es morder a alguien y no soltarlo del chamorro.
Por la tarde me dieron las 4pm, había hecho limpieza en casa y pese al día lluvioso me dispone a lavar los blancos que ya lo requerían con urgencia.
Se dio la hora de alistarme y no tenía energía para ello, sería el frío o la pereza, así que cancele planes con mi grupo de amigos, me dio pena porque si esperaba verlos, pero cuando mi cuerpo dice descansa le hago caso, más cuando hace frío y solo quería estar entre cobijas.
Ya casi cumplo el primer mes de tratamiento y aun al despertar o girar mi cabeza sobre la almohada continúan los mareos, se realista, falta otro mes y confío en la próxima revisión me den de alta.
Date prisa que tengo muchas cosas que vivir y disfrutar, lo bueno es que tengo paciencia.
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