Viernes por fin ella y yo nos vemos, desde que la vi fue amor a primera vista, pero la veia tan lejana, no estaba preparada y sin embargo decidi arriesgarme, que es lo peor que pudiera suceder que escapara de mis manos, sin embargo pese a todo ella era para mi, si me compre una mini, yess, no es ultimo modelo ni crean, recuerden que soy pobre y de familia numerosa, pero por lo menos vivo feliz sin deudas, ahora a superar mis traumas.
Viernes queda todo verificado, me le hacen un diagnostico y ya se que en Diciembre le toca la compra de zapatos de goma nuevos y cambio de dos soportes, del motor mi mecanico de confianza le hizo la afinación y le cambio las balatas para que yo ande tranquila por toda la ciudad, me felicito y me dijo tienes buen margen con $5,000 pesos que le des de mantenimiento tienes camioneta para un buen rato. Asi que ya me vi, ya me vi que la voy a dejar chula de bonita.
Ahora bien, viernes volvemos al viernes, trato de encenderla, no puedo con la palaca de cambios, me estreso, le sufro, varias veces se me ha matado, quedo en plena avenida, pongo intermitentes, comienza la lluvia en la ciudad, yo y mi trauma del accidente automovilistico, siempre he pensado que eso de los temores son de personas debiles y algunas veces quiero olvidar que soy humana, tan humana que ese día llego temblando a casa, trato de tranquilizarme, hago una sesión de yoga y aun asi mis nervios no aminoran, que horrible sensación de sentir que las ruedas no tocan el piso, es lo unico que recuerdo del accidente, pero cada vez que doy una vuelta en una avenida tengo el mismo escalofrio y miedo, pero como yo dije a mi los miedos me hacen los mandados, el sabado hice algunas vueltas en la ciudad y ya un poco mas tranquila, aun me falta, confiando que en menos de quince dias esto quede superado.
Y bueno hoy contenta, manejo ahora como abuelita, ja, ja,
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