Las penas con pan son menos

Se que somos distintos, depende de que manera hemos sido educados, ese margen tan pequeño que hay al formar un hombre y llenarle la cabeza con miles de cuestiones que terminan llevando el titulo de machistas o insensibles, muchos hombres con el estigma de que un hombre no llora, un hombre no muestra flaqueza o debilidad, muchas veces admiro la simpleza del pensamiento de un hombre, no hay grises, solo blanco o negro, yo fui criada entre mujeres y tal vez por el fallecimiento de mis hermanos que el enfoque fue el mismo, una mujer no llora, no muestra debilidad y jamás muestra sus sentimientos, si te pasa algo o te sientes derrotada, simplemente te levantas, frente en alto y continuas caminando.

No fue fácil verlo este fin de semana, pensé que tal vez no le gustaría vernos, me dije si llego y no esta lo entenderé, sin embargo ahí estaba, había salido temprano del trabajo, le di un abrazo y me dice no pasa nada, le dije como que no pasa nada si eres un ser humano, después fue al baño a arreglarse y sale con los ojos enrojecidos, que difícil es ser educado para ocultar tus sentimientos, que difícil es no mostrar ninguna debilidad, pensé que habría silencios incómodos, pero no fue así, nos fuimos caminando a comprar todo para una carne asada, aquí en el norte del país, así es, una celebración una carne asada, una reunión de amigos, una carne asada, un momento de tristeza una carne asada, no se que tendrá, pero el estar atizando el carbón, preparando todo y acompañar con una cerveza es algo tan emblemático y típico de los mexicanos de la zona norte del país, la pareja joven que atiende la carnicería es descendiente de unos vecinos de nuestra infancia, así que pueblo chico, infierno grande, también estaban enterados de las noticias, nos atienden y le dice a mi cuñado, animo! Échale ganas! Que extraño que entre hombres esas palabras sean las que encierran todo, que dice todo, es un simple: Animo! Échale ganas!

Entre las miles de cosas que ha contado ha sido la impotencia de no haberse enterado que su hermana se había enredado con alguien conflictivo, cree que pudo haber evitado la tragedia, sin embargo le digo que el único que pudo haberlo evitado fue ese maldito que asesinó al pequeño, le decía que me hubiera gustado tener cinco minutos con ese miserable para sacarle los ojos, me comenta que le dieron la opción de dejárselo unos diez minutos para que pudiera desquitar todo su coraje, sin embargo las consecuencias de dar un mal golpe y acabar con la vida de ese gusano son muy altas, mi cuñado al punto enojado puede perder el control y ahí estábamos para hablar de eso precisamente, te entendemos, no es malo estar enojado, el problema es como y con quien piensas desquitarlo.

Me ha dicho que esperaba solo un pequeño motivo para desquitar su frustración, pensaba: el primero en el trabajo que pregunte algo me desquito y ese era el punto al que queríamos llegar por el cual estamos preocupadas por él, sabemos que es capaz y puede dañar a otro ser humano, pero el precio a pagar es muy alto.

Después de tantas horas de terapia entre carbón, cerveza y comida, entre risas y lagrimas hoy por lo menos espero y se sienta mejor, no será fácil, aun faltan mil cosas que tendrá que manejar y afrontar, pero por lo menos fuimos y le dijimos Animo! Échale Ganas!