Trato de ya no llorar, sin embargo las lagrimas aun no cesan, “consuelo” eso quiero, “resignación” no la deseo, pero todo llega poco a poco; decir “la quise” ese cariño no se puede expresar en tiempo pasado, “la quiero mucho”, el sentimiento no se va aunque ella ahora este ausente.
Voy a recordar muchas cosas, porque un día dije que la adoptaba como madre y así fue, era en su casa donde pasaba los fines de semana, era a ella a quien le peinaba su largo cabello y se lo trenzaba, era a ella a quien le platicaba tantas cosas, era a ella a quien sigo queriendo tanto y me duele su ausencia, me parece difícil porque aun el domingo estuve con ella y para el martes ya no pude llegar a verla, llegue muy tarde y solo me quede sosteniendo su mano que aun emanaba su calor, recordare sus gestos, sus palabras, sus risas, pensé en sus palabras ayer que la despedía, recordando el sepelio de otra tía, llegaron a mi mente aquellas palabras que entre el dolor ella nos decía:
- Ahh no, mira aquella ya esta haciendo show, una desmayada y la otra que se quiere tirar al pozo, así no juego y a que hora me van a dejar hacer show a mi.
- Si tu mamá se pone mal, le das una cachetada y hacen fila para cachetearla
- Si alguien se desmaya, ahí la dejan porque ya la chupo el diablo, no la vayan a levantar
Si ese humor que en los momentos de tristeza nos hacia reír, el sábado sus piernas flaquearon y aun estando en el piso y esperando que los paramédicos llegaran, a mi hermana la auxiliaron los vecinos y no fue posible moverla, quedando una vecina que aun andaba en pijama y mi tía seguía con sus comentarios, perate Lulu, deja que lleguen los paramédicos, no los veo, pero si los he tentado y están bien buenos.
Encontré algunas letras entre mis post anteriores:
Si en algo se caracteriza mi familia es de reírnos del dolor, si un día nos vieran juntas se darían cuenta de lo que digo, habrá algunas lagrimas, pero siempre muchas sonrisas.
- Lupita, pórtate bien, mira que como haces al pobre de Felipe
- Pues yo le dije que creías que comprabas Coca? Pues no, compraste una Joya
- Lupita, como te sentías trayendo 600 de azúcar
- Me sentía a toda ma… quina
- Lupita que estas haciendo?
- Estoy evangelizándolas Felipe, es que son bien cabezonas y no entienden nada
- Shh , shhh, saben que le dijo un frijol a otro frijol
- Que tía, que le dijo?
- Si no nos comen, no hay pedo.
Y así fue en la madrugada la plática con mi tía Lupita, esposa de mi tío Felipe pastor Apostólico.
Y la gente se extraña de escuchar nuestras risas en el momento de luto. Y aun nos falta el sepelio y llegan las otras tías de EEUU. Dios bendito, tu las hiciste y ellas se juntaron.
recuerdala en sus buenos momentos...recordar su sarcasmo, humor y demas cosas buenas endulza un poco el amargo sabor de su perdida...mucho animo..
ResponderEliminarLamento lo que sucedió. Creo que en mucho será envidiable que se tome una actitud que en vida esa persona construyó.
ResponderEliminarLuego resulta que nos llenamos de dolor y no damos paso a los sentimientos que ellos nos transmitieron y quieren ver en nosotros.
Desafortunadamente estos hechos por el ciclo de la vida tienen que pasar, el que uno aprenda a salir adelante después de ellos es la gran moraleja que nos suelen dejar.
Un enorme abrazo.