Llegó de la tienda y puso sobre la cama sus compras, era simplemente un rollo de bolsas, tal vez no fuera lo mejor para empaquetar, pero era lo mas practico y económico que pudo conseguir, poco a poco fue metiendo en esas bolsas el poco equipaje con el que había llegado, había soñado ver a cada uno de los miembros de esa familia tan amada ayudándole, bromeando y deseándole lo mejor para su nueva etapa si tan solo le hubieran dado mas tiempo, solo treinta días y las cosas hubieran sido distintas, sin embargo la realidad era otra, se sentía como si fuera una paria, como si fuera un ser no grato, así le habían hecho sentir, las palabras aun retumbaban en sus oídos, su respiración se hacia pesada al sentir una opresión en el pecho y las lagrimas se agolpaban en sus ojos, no quería pensar mucho, no quería recordar las palabras que le habían dañado, para que hablar, para que expresar a alguien mas lo que tras la puerta un día le dijeron, es mejor guardarlas, es mejor dejarlas donde no hagan daño, aplico la filosofía que hasta el momento le había funcionado "tomar lo positivo y desechar el resto"
Llegó el camión de la mudanza, poco a poco fueron subiendo todo aquello que se llevaría, le pareció extraño que nadie estuviera para supervisar, temía que el día de mañana hasta de un hurto la fueran acusar, tal vez el resentimiento ganaba terreno en su corazón y esos pensamientos negativos la invadían, se sentía victima y ella hace tiempo había decido no volver a ser victima, cerró el portón y toco la puerta principal, apareció un joven de escasos 19 años, le hizo entrega de las llaves y le dijo un hasta pronto.
Y los años pasan y la vida continua, en esa casa todo sigue igual, la vida sigue igual, simplemente ella no fue la diferencia.
Hay cosas que nos impulsan a ser mejores, situaciones en la vida que se quedaran guardadas en nuestro baúl de los recuerdos, lagrimas derramadas, sentimientos heridos, pero la grandeza se da en esos momentos y en los venideros, hay cosas que como un lápiz al romperse jamás volverán a ser igual, simplemente le podrás poner un poco de cinta y por que no simplemente para ser prácticos volverá a funcionar.
Llegó el camión de la mudanza, poco a poco fueron subiendo todo aquello que se llevaría, le pareció extraño que nadie estuviera para supervisar, temía que el día de mañana hasta de un hurto la fueran acusar, tal vez el resentimiento ganaba terreno en su corazón y esos pensamientos negativos la invadían, se sentía victima y ella hace tiempo había decido no volver a ser victima, cerró el portón y toco la puerta principal, apareció un joven de escasos 19 años, le hizo entrega de las llaves y le dijo un hasta pronto.
Y los años pasan y la vida continua, en esa casa todo sigue igual, la vida sigue igual, simplemente ella no fue la diferencia.
Hay cosas que nos impulsan a ser mejores, situaciones en la vida que se quedaran guardadas en nuestro baúl de los recuerdos, lagrimas derramadas, sentimientos heridos, pero la grandeza se da en esos momentos y en los venideros, hay cosas que como un lápiz al romperse jamás volverán a ser igual, simplemente le podrás poner un poco de cinta y por que no simplemente para ser prácticos volverá a funcionar.
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