Comienza el mes de septiembre y el verano se va quedando atras que el amanecer es tan agradable, llego a la oficina mas temprano que lo normal por aquello de la mala noche con la ansiedad, me dispongo a bajar de la camioneta veo mi equipaje y me doy cuenta que he olvidado mi lonchera en casa, asi que apesumbrada porque he dejado mi lunch y mi fruta de la mañana.
Mi codigo de amistad me dicta si alguien me invita a comer, posteriormente correspondo con una comida igual o similar, si alguien un día me regala un panecillo, de igual manera en otra ocasión traigo un panecillo, pero hay alguien en mi vida que no me agrada recibirle algo, no se porque pero me cohibe, trato de analizar mis sentimientos, pero no hay ningun sentimiento amoroso, es simple amistad, pero entonces el porque me cohibe que tenga una atención hacia mi, aun no lo se, tal vez porque se que no aceptará de mi parte le corresponda con una comida su atención o tal vez mi estado paranoico me diga que veo en el vil y triste lastima y eso no me gusta, no lo soporto.
Una cosa es venir aqui y desahogarme contando lo dificil que es dar cada paso, mis amigos y familia me han visto flaquear saben muy bien que me repongo y sigo adelante, en la oficina pues pese a todo me vieron como fue dificil subir escalones, caminar y no se diga cuando me dan mis episodios de Linda Blair, me pongo palida al punto del desmayo, pero no por eso hacen alguna diferencia, en el en cambio veo algo diferente, aun no se que es, dice que hay gente que estima, pero que a mi me estima mucho mas, tal vez solo sea mi estado paranoico que me hace ver moros con tranchetes, pero la lastima no es algo que me agrade recibir.
Y reportando cosas del día de hoy, al punto de incorporarme a la avenida y que me encontrado con algo parecido a esta fotografía, porque hay mujeres que salen de casa sin siquiera peinarse, Santa Madre de Dios por poco me infarto!, es lo bueno de tomar anticoagulantes no pasó a mayores.
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