Es ese minuto en que me gustaría poder derrumbarme y llorar, llorar y llorar, pero para empezar no soy dada a actuar escenas de churrotelenovelas, me limpio el intento de lagrima, porque son tan valiosas como para estar desperdiciandolas.
Me enseñaron a reír, no me enseñaron a llorar, asi que termino recordando un suceso gracioso, me cuento un chiste, me doy dos o tres cachetadas y me digo ya estuvo bueno, de cuando aca andamos con escenitas teatreras, eso dejaselo a los desgraciados, a los que no conocen a Dios, a los que se ahogan en un vaso de agua, a los que responsabilizan al resto del mundo y no se ve en el espejo para darse cuenta que sus problemas y sufrimientos el solito se los ha buscado, que las personas que han dañado son felices ahora, no importa que algun día no pueda caminar, si como dijo Frida, pies pa' que te quiero si tengo alas pa' volar.
Y alzo mi copa de tequila y brindo por los desgraciados, aquel tan poco hombre que fue capaz de ponerle encima la mano a una mujer, ese que para mi es un puerco vil y rastrero... ja, ja, que bien se siente sacar el veneno, tenia tantos años guardado, tenía que escupirlo ya me estaba envenenando yo solita.
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